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martes, 21 de abril de 2009

REVOCATORIA DEL MANDATO

REVOCATORIA DEL MANDATO

Un grupo de ciudadanos, inconformes con el actual gobierno que dirige el alcalde Hiber Jaramillo Díaz, han iniciado el proceso para derogar su mandato, siguiendo los lineamientos exigidos por la ley Colombiana al respecto.
La vía de revocar un mandato, es lo último a que debe acudir el conglomerado ciudadano y solo tiene validez si son evidentes los incumplimientos en las propuestas, fundamentalmente contenidas en el programa de gobierno, herramienta que debió haber usado el mandatario en su época de candidato y que son la parte esencial en el Plan de desarrollo. O por la insatisfacción general de la ciudadanía.
Revisando sin pasión los contenidos de los programas de gobierno en general, vemos la imposibilidad de cumplir minuciosamente sus propuestas. El pueblo en su ingenuidad y más bien seguidos por la calentura electoral, no tiene capacidad de analizar, lo que se le promete, e ingenuamente cae en ese recetario infinito de promesas inalcanzables en que se constituye el documento, y cuya única validez, es la exigencia de presentarlo para cumplir los requisitos de la norma electoral.
Comparando los distintos programas expuestos por los candidatos para obtener el fin, vemos que todos se parecen, la única diferencia que los distingue, es la palabrería en su presentación. Si alguien con juicio, investiga el valor de las propuestas presentadas para atrapar ingenuos, ve que no hay dinero para cumplir, lo que con la letra se puede.
Creo que el error radica, en las exigencias que contempla la ley del plan y la manera como el candidato las expone. Este usa generalidades para cubrir todos los sectores en que se dividen las diferentes políticas municipales, cuidándose que no vaya a faltar alguna, utilizando palabras que dicen todo y no dicen en concreto nada así: trabajaremos, extenderemos, ampliaremos, impulsaremos, reactivaremos etc., etc., pero no hay ningún indicador de lo que se piensa hacer.
En el caso que nos ocupa no utiliza el indicativo: trabajar, extender,….., sino que compromete a todos los ciudadanos en el programa. Es: trabajaremos por trabajar
Tomemos un caso del plan de gobierno:”Reactivaremos la producción de especies forestales, frutales y ornamentales en el vivero municipal de manera que se puedan multiplicar en las diferentes zonas rurales del municipio”. Empecemos por decir que no existe vivero municipal, lo que sigue es carreta barata y lo más grave no existía vivero durante la campaña. Lo menos que debía decir el documento es: “iniciaremos la producción…..”, porque no se reactiva lo que no ha existido, o mejor: “Reactivaremos el vivero municipal….”este si existió años antes.
El ejemplo anterior fue tomado al azar y resulto malo, pero el programa en general no ofrece consistencia de ninguna naturaleza, no hay cifras que lo comprometan y todo lo que hay que hacer allí esta, pero como lo dije antes todos los programas se parecen.
El Alcalde Jaramillo en el prologo del mismo dice unas palabras comprometedoras, que de tomarlas con seriedad, no va tener tiempo en lo que queda de vida para cumplirlas: “Como candidato me comprometo y al ser elegido como Alcalde del Municipio de Miranda me responsabilizo de llevar a cabo todas las ideas que (sic) aquí plasmadas, las cuales han sido el resultado de innumerables encuentros con la Comunidad”
El concepto era presentar unas exigencias de la ley, para allanar el requisito. Lo importante es obtener el poder y así manejar los $ 40.000.000.00, o más que representan los ingresos municipales por recursos propios y transferencias. La palabra puede con todo y con el primero que puede es con el desprevenido ciudadano durante la campaña, el que se convierte en el primer opositor, en vista del incumplimiento programático.
Tuvo un error, que hoy le está costando caro, fue la incapacidad de su parte de gobernar también para los perdedores, los considero enemigos a continuar venciendo, cuando lo que debía haber hecho, era buscar naturalmente la conciliación hasta donde fuera posible, pero lo más grave, lo representan la descomposición de las fuerzas que lo llevaron al poder, hoy constituyen la falange de los firmantes insatisfechos.
Nos vemos ante una acontecimiento que no tiene reversa, el proceso de derogatoria debe ir hasta el final y tiene dos caminos inevitables que son: ganar y entonces deponer al funcionario, buscando así una nueva forma de concertar el progreso municipal, o perder, pero el alcalde debe cambiar su manera de actuar y el desgaste obtenido lo deja sin fuerzas para corregir lo que viene haciendo tan diferente al municipio que queremos.
No representa ningún logro para Miranda tener que acudir a medidas tan extremas, lo ideal era que el ciudadano alcalde, estuviera cumpliendo rigurosamente el programa de gobierno ofrecido a sus conciudadanos y los dineros públicos, tuvieran el destino deseado para lograr el progreso social , que en definitiva es lo que queremos todos los ciudadanos.
Estaremos muy atentos al memorial que se debe presentar para sustentar los incumplimientos al plan de gobierno, contenido en el Plan de desarrollo. Pieza fundamental a cuestionar para lograr la revocatoria del mandato y que a nuestro entender tiene múltiples falencias en su cumplimiento, las firmas no veo ningún problema en recolectarlas.

Por: Luis Fernando Orozco Gutiérrez
Miranda abril 22 del 2009