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sábado, 26 de junio de 2010

TRES PINTORES

TRES PINTORES

TIEMPOS

IDOS

POR: LUIS FERNANDO OROZCO GUTIERREZ

TRES PINTORES.

Mi padre se había graduado de abogado en la Universidad Externado de Colombia en Bogotá, al final de los años treinta. El había nacido en Anserma Caldas, donde sus progenitores llegaron después de fundar a Támesis en Antioquia y como fruto de la colonización de su departamento en el sur, fundando pueblos y contribuyendo en la formación de la región, descuajando montañas. Sus primeras letras las conoció en la escuela del poblado , la familia era en alguna forma pudiente, entonces había que buscar la vida universitaria, que por esos años , solo se lograba viajando a Bogotá, Medellín o Popayán, pues Cali y Manizales carecían de esos medios de educación. Manizales, porque por los años veinte fue víctima de dos tremendos incendios, el primer en 1925, que casi la destruye por completo y en 1927, donde ardió su principal edificio religioso: la catedral, por lo que gasto su tiempo en la reconstrucción de la ciudad y universidad logra en los años cuarenta, en la misma década que nace la vida superior en Cali.

Para lograr viajar a Bogotá, centro escogido para continuar los estudios, había que cruzar la cordillera central, barrera geográfica que dividía la altiplanicie de la sabana de Bogotá de los valles del rio Cauca y Risaralda, la única forma de hacerlo era por la parte alta de Salento, pueblo perteneciente primero al Gran Cauca, luego a Caldas y hoy parte del Quindío, fundado por mandato del presidente Alcántara Herrán en 1842, antes del proceso colonizador de Antioquia.

Se llegaba a Boquia, antesala de Salento, para emprender el ascenso a Toche, en la cima de la cordillera y descender a Cajamarca, buscando a Ibagué, allí se tomaba ferrocarril hasta llegar a Bogotá. Éste camino que se llamo nacional, fue usado por el Libertador en su campaña del Sur Y ruta indispensable de las gentes de esta parte del país, para lograr la capital de la república.

La carretera que conocemos hoy por “La línea”, se construyo por los años 1920 y 1930

Una vez terminado sus estudios, el primer cargo que le fue asignado fue de juez, en Salamina Caldas, donde cometió la acción más importante de su vida, se caso. Ella era una negra bella, del pueblo de las mujeres hermosas de su país. Con ella viajo detrás de su oficio impartiendo justicia y construyendo una numerosa prole.

Nombrado juez, en Riosucio, una ciudad del occidente del departamento, donde se confundían en un crisol de razas: los indios, aborígenes, encontrados por los conquistadores, y por naturaleza dueños de la región que habitaban, los negros, llevados por los españoles para el trabajo de las minas oro de Marmato y los blancos, que se componían de los herederos de los conquistadores, pobladores de Colombia y los extranjeros, compuesto por ingleses, franceses y alemanes principalmente, llevador por el libertador Simón Bolívar, como contraprestación por negocios de las ricas minas de oro, que sirvieron para financiar la causa de la libertad Nuevo granadina.

Por los tiempos de la estadía del matrimonio, vine al mundo, igualmente mi hermana María Cristina, la primera mujer después de tres varones. El tiempo como juez en el poblado duro hasta que su amigo de la universidad, quien dirigía el gobierno departamental, lo necesito en Manizales la capital de la provincia, para que lo acompañara.

Mi permanencia en Riosucio fue breve, los primeros años de la vida, por lo que no tengo un recuerdo significativo, quede en deuda con mi lugar de nacimiento, deuda que me acompaño todos los años, pero siempre lleve con orgullo mi lugar de origen, no obstante que mi acendrado catolicismo, me lo permitía, ya que la más importante celebración del poblado es la famosa y tradicional “fiestas del diablo” y su origen se debe al crisol de razas de que hablábamos, el paganismo de los indios y negros, los indios con sus propias idolatrías y los negros a quienes se debe la adoración al diablo, en su cultura la música, danzas, todos estos elementos se confundieron con el cristianismo de los blancos, creando una fiesta de características cristianas y paganas, que dio como resultado las fiestas mencionadas.

Deje por lo tanto muy niño, el pueblo y me traslade por la obligación familiar a una ciudad que reconozco como mi patria chica, en donde estudie, todo lo que la vida me ha dado, atrás quedo el pueblo donde vi por primera vez la luz y el deseo perenne por tener la oportunidad de encontrarlo en algún momento de la vida.

En Manizales realice estudios superiores, fue la ingeniería la carrera escogida, cuando mis mayores creían que el destino era ser abogado como mi progenitor, pero las matemáticas vencieron mis deseos y culmine una disciplina de muchas exigencias mentales y sacrificios de tiempo.

El ejercicio de mi vida profesional fue Cali, bella ciudad mediterránea en Colombia, famosa por la belleza de sus mujeres, el espíritu festivo de sus gentes y la disposición ilimitada para el baile

Conjugada al aliento de construir una preciosa urbe. Mis tiempos más fructíferos de la profesión de ingeniero fueron para la ciudad que con amor me recibía.

Con el pasar de los años, recordaba el pueblo de mis primeros pasos y se acrecentaba el deseo de conocerlo, aprovechando un principio de año impar, los “carnavales” se desarrollan en los eneros de años impares y que por esos días sostenía una relación con una inteligente medica, amistad que pasabas por dificultades, escogí a Riosucio para desaparecérmele de la vida.

Realice todos los preparativos y me fui lejos de Cali, para las fiestas del pueblo, son más o menos cinco horas de viaje por tierra en carro o bus, la vía es en carretera pavimentada que en lo que pertenece al Valle del Cauca, se está convirtiendo en la mejor avenida del país, cruza todo el Valle de sur a norte, transformándose en uno de los sitios más hermosos del planeta, donde desde la conquista española han ido floreciendo bellos pueblos, unos se han desarrollado más que otros, pero todos tienen características encantadoras que hacen que sus gentes no los abandonen, se llega al Viejo Caldas, con sus sinuosas montañas, hasta arribar al Valle del Risaralda de iguales condiciones al anterior pero más pequeño, al llegar al final, nuevamente las montañas y sus pueblos le dan esplendor al paisaje, encontramos a Anserma el pueblo más viejo , llamado por su fundador el Mariscal Jorge Robledo : Santana de los Caballeros, cuna de mi familia paterna, donde llegaron en el siglo XIX, cuando este era un pequeño villorrio, ya habían fundado a Támesis en Antioquia y participado en otras fundaciones de hoy prosperas ciudades. Cruzando montañas llegamos a Riosucio, el sitio elegido para disfrutar de las aventuras que nos proporcionaría el “carnaval del diablo”.

La ciudad estaba engalanada, con suntuosidad, gentes alegres deambulaban por todas partes, banderas y colores se lucían, en sus calles y ventanas, la imagen del diablo aparecía por todos los rincones y los muchachos llevaban el disfraz del personaje, que era el protagonista del festejo. Aloje en un hotel de buena presentación ubicado en el parque de arriba, deje mi equipaje y dispuse recorrer el pueblo, eran ya horas de la tarde. Camine las calles, entendí el diseño admire su trazado, que se iniciaba con dos parques centrales unidos por una calle, mientras indagaba por su composición el parque de arriba, se llamaba San Sebastián y el Parque de abajo La Candelaria, pensaba en los pueblos de Colombia y era el único en que encontraba los dos parques, los vecinos me comentaban que era una disposición española para la defensa del poblado, pero todo se aclaro, cuando en una esquina encontré el misterio. La ciudad tiene una gran cantidad de placas recordativas de su historia, en donde se narran los sucesos de su tradición. El pueblo fue fundado por dos sacerdotes católicos: los Padres Bonafont y Bueno y determinaron como día de su inicio el 7 de agosto de 1819, es decir coincidía con la Batalla de Boyacá, suceso que marco la independencia de Colombia como colonia del reino español, en otra placa leí que el trazado del caserío había sido realizado en 1825, a petición de los curas fundadores y se debía a unos viajeros e investigadores franceses Jean Marie Boussingolt y el Dr Roulin, quienes habían ya determinado el circulo ecuatorial y se le rinde homenaje en el país del Ecuador por el hecho por una placa ubicada en el circulo central de la tierra. Boussigolt vivió y realizo investigaciones científicas por los años de la Independencia de la Nueva granada, después se Radico en Paris donde fue presidente de La Academia de Ciencias y presidente del Consejo de Estado de ese país. Riosucio tiene esa característica desde inicios de su vida, gracias al empuje de sus creadores y al hecho de la visita de estos investigadores extranjeros quienes también habían venido al país por invitación del Libertador. Después de visitar las edificaciones publicas y las casas, busque descanso en el parque de arriba, en una banca , recorrí con la mirada el sitio y en mi curiosidad de observador, vi enseguida de la iglesia, una bella casa de dos pisos con amplio corredor y gran frente que alcanzaba a cubrir la calle donde estaba apostada, esta casa era un emblema del pueblo y me imagino construida en el siglo XIX, en su pared se leía una placa, que decía que allí estuvo el féretro de Carlos Gardel, en su viaje final desde Medellín, sitio de la tragedia aérea que le costó la vida, a su descanso final en el cementerio “Chacharita”, en Buenos Aires, al continuar la búsqueda de lugares que veía desde la banca, observe en los prados del parque una inmensa valla metálica, que tenia dibujada la casa de que hice referencia y su balcón con todos los personajes que creo, hacían historia en el Riosucio, para recordar, en la parte trasera del grupo de amigos la figura del diablo, en señal de amistad se abrazaba con ellos, muy especialmente con el Doctor Otto Morales Benítez, político historiador y escritor riosuceño de renombrancia internacional ,representaban lo más importante de poblado y el significado de “Mefistófeles” podía deducir es la amistad que debe existir entre las gentes. La imponencia de la valla cubría el parque de arriba.

Desde el sitio de observancia miraba la reunión de las gentes en su máxima celebración, pero lo más significativo era el disfraz del diablo en muchos ciudadanos, que esperaban en un desfile la entrada triunfal del “Diablo”, al parque para tomar posesión de la ciudad, mientras esto sucedía la gente alborozada lo aclamaba como un espíritu que traía la alegría de las fiestas, la figura del fantoche fue colocada al lado de la iglesia, en la casa destacada del pueblo desde ese lugar el fotógrafo del pueblo tomaba fotografías principalmente a los niños y casi siempre acompañados por el párroco de la iglesia. Mientras descansaba en la banca del parque, pensaba en la unión del diablo y el representante máximo de la religión del pueblo, identificados en el jolgorio que era la aspiración de las gentes en su fiesta.

La banca me sirvió para establecer conversación con un parroquiano que se ocupaba en una escalera de dibuja un aviso publicitario, invitando a la verbena que habría en el parque de abajo, de acuerdo a lo leído, era para el día siguiente como parte de la programación.

Amigo usted que hace.-

Respondió: soy pintor publicitario.

Me aterro su acento caribeño, era un hombre de la costa atlántica. Dije para sí Que hará un costeño en esta ciudad del interior, creo que es el único costeño que ha vivido por estos lugares.

Amigo y como llego usted a este lugar, me parece un suceso extraño.

Deje el mar y su brisa en mi pueblo San Bernardo del Viento y viaje a Medellín a buscar fortuna económica para mi sostén, La capital de la Montaña siempre ha sido oportunidad para los desposeídos de la suerte, allí me contrato un pequeño empresario y con el aprendí el arte del dibujo y la publicidad y por varios años solucione mi problema.

Un día me paso lo que le pasa a cualquier hombre, en la calle cerca a mi habitación conocí a una hermosa mujer y con la frecuencia del trato me enamore, ella atendió con donaire mis requiebros.

La muchacha, había viajado de Riosucio, en busca de oportunidades, una ciudad ofrece más esperanzas que el pueblo que dejaba, trabajaba en un almacén de telas y estudiaba en las noches contabilidad, quería prepararme para afrontar mejor la vida. Me llego el amor con el pintor publicitario.

Un día le dije: me hace falta mi pueblo quiero irme para allí, con lo que he aprendido puedo conseguir un empleo que baste para la vida.

El respondió a usted ya no la dejo, me voy para tu pueblo.

Y aquí me trajo el destino.

El dialogo termino, el pintor debía cubrir otros lugares anunciando con su arte la verbena de la Plaza de abajo

Ese día concluyo lleno de emociones por lo que enseñaban las fiestas y lo que necesariamente seguía que debía ser lo mejor. En la noche busque refugio en el hospedaje que había contratado, el día había sido duro y necesitaba descansar para afrontar el programa ofrecido por los organizadores.

El jueves 4 de enero, es el día más importante de las festividades carnestolendicas de los festejos. Esto se ha ido alimentando de las tradiciones culturales de españoles, indígenas y africanos, que dieron origen al carnaval que comienza el día 28 de diciembre-día de los inocentes y termina el 6 de enero-día de los reyes magos Este espacio de tiempo transcurre entre desfiles callejeros, pólvora, poesía, danzas y alcohol hasta el cansancio.

Me desperté con la alborada que ofrecían los sones del la banda del pueblo, las notas del “himno del carnaval” retumbaban por todos los espacios del amanecer, después aprendí que la inspiración del músico caldense Temistocles Vargas, lo había compuesto para que sirviera de centro de la celebración

En la mitad de la mañana la gran estatua del diablo, se desplaza en un trono que rueda por las calles y comienza el desfile triunfal, es seguido por el cortejo de gente disfrazados, haciendo alusión a las personajes del momento, las chirimías con sus toques y las comparsas de oradores que van relatando la tradición de sus gentes y denunciando los problemas de la sociedad, siendo los más primordiales los sociales, la pólvora va acompañando el desfile y los polvoreros que la ofrecen son del pueblo vecino Supia.

En otro sitio de pueblo en los tablados previamente preparados, los matachines esperan la llegada de su majestad el diablo, cuando este arriba, comienza un duelo de palabras donde se van descargando las inconformidades, esto se convierte en una ceremonia de contenido literario, que el pueblo aprovecha para ejercitar su sabiduría colectiva.

En la noche y de acuerdo al anuncio publicitario del pintor conocido el día anterior en el parque de arriba, busque ubicación en el Parque de abajo, para atender los ofrecimientos que la verbena como fiesta popular llevaría, el parque cada vez se llenaba mas de gente al son de las chirimías y las orquestas que se presentaban, los disfraces le daban encanto a la presentación.

Un grupo de alegres personas integrado por matachines, gentes disfrazadas, colonias de otros pueblos que aprovechaban la ocasión para viajar a las fiestas, celebraban tomando chicha y guarapo. Pregunte a mi vecino sobre el trago que con delicia apuraba y me respondió brindándome uno, que era guarapo, me gusto el sabor y procedí a invitarlos, para lo cual pregunte el lugar para obtenerlo, traje dos botellas que destape y ofrecí..

El contertulio con quien había iniciado el dialogo, me dijo de donde es usted, vengo de Cali,

Donde se aloja, pregunte por qué?

A un catador de guarapo siempre hay que hacerle esa pregunta, el cantinero esta en esa obligación. Dije, explíqueme.

A Una persona que bebe guarapo, se le indaga por su vivienda para colocarlo de espaldas a ese sitio.

La razón, la borrachera del trago hace que uno camine de espaldas. Así encontré la lógica y mas en las borracheras de los nativos, que terminan de espaldas al pavimento, lo que hace imposible que se restablezcan

Le pregunte qué significaba la figura del diablo.

Esta ha sido fundamental en la cultura afroamericana, sus festejos de tambor, danzas y prácticas de hechicería asociadas a la curación, son relacionadas con el demonio, la gente africana se apropio de la imagen del diablo para conservar ritos y personajes.

Mi contertulio mostraba su conocimiento sobre su pueblo y la extraña fiesta que solo se tiene conocimiento en Riosucio, sentí cierta curiosidad por el diseño de los parques y me respondió:

Esta ciudad fue
fundada en 1819 por la unión de dos reales de minas: Quiebralomo, conformado por mineros
africanos, y La Montaña, habitado por indígenas embera. El poblado conservó su antigua división,
de tal manera que La Montaña ocupó la parte baja con una plaza propia consagrada a la Virgen de la
Candelaria. Quiebra lomo tomó la parte alta adoptando a san Sebastián como su santo patrono. En el
año de 1846 se decretó la supresión de los distritos originales y se creó Riosucio.

Esto me hace pensar que los expedicionarios franceses, lo que hicieron con los parques fue conservar, lo que ya habían hecho los negros y los emberas.

Bien, todo el conocimiento que manifiesta sobre su ciudad

cuál es su trabajo en el pueblo:

Soy pintor,

Pintor de qué?

Tengo un taller de mecánica y pintura, pero yo me dedico únicamente a la pintura.

Soy un maestro del hueso duro y del yeso, eso lo aprendí de mi padre.

Reflexionaba por el contacto que en los dos días de permanencia, había tenido la oportunidad de encontrarme solo con pintores.
Los días siguientes de las fiestas son llenados por las comparsas y los bailes de la chicha.

Las cuadrillas de oradores constituidas por demonios y matachines, en enfrentamiento permanente, relatan las historias de la ciudad y sus personajes, estas prácticas son de ascendencia africana, y continúan vigentes en el carnaval, constituyéndose como primordiales todas las destrezas de los personajes alrededor de la oralidad.

La figura del diablo ha sido fundamental en la
historia de las culturas afroamericanas. Durante le periodo colonial, sus festejos de tambor, danzas
y prácticas curativas siempre fueron asociadas al demonio. Como una estrategia simbólica de
resistencia, la gente africana se apropio de esa imagen para enmascarar ritos y personajes propios
de sus lugares de origen, manteniendo así la fuerza de sus tradiciones. De este modo, la
demonización, estigma que les cerró las posibilidades de ascenso social, educación o trabajo fue
utilizada de manera estratégica por los esclavizados para preservar diferentes aspectos de sus
culturas ancestrales. El diablo y sus acciones han sido símbolo de resistencia entre los pueblos
afroamericanos. Aparece en máscaras, relatos, carrozas y disfraces. Desde tiempos coloniales, los
misioneros que visitaron la costa pacífica afirmaban que los instrumentos musicales de los
esclavizados eran el propio demonio y bailar al son de los mismos fue considerado como un acto
satánico. Estas acusaciones fueron lanzadas contra la marimba de chonta y contra la danza del
currulao característica de esa región.

El viernes, se inicio en la misma forma de los días anteriores, alborada al amanecer y jolgorio por todos los rincones, el pueblo se lleno de turistas, las colonias de riosuseños iniciaron el peregrinar a su pueblo en fiestas, de todos los lugares del país y principales ciudades del exterior, arribaron a disfrutar de los carnavales. El pueblo se asemejaba a una babel.

Inicie el día recorriendo todas las tarimas que lo adornaban y que servían para las distintas presentaciones culturales de las diferentes comparsas, allí siempre se observaba la rivalidad alegre y culta del encuentro entre matachines y diablos. La presencia de las comparsas de las colonias le dio más colorido, entusiasmo y elegancia a lo que verdaderamente se constituía en un torneo, por la rivalidad que esto mostraba, las colonias de otras partes, venían muy bien preparadas para sus presentaciones, a la elegancia de sus disfraces se añadía, el ritmo de sus creaciones literarias, parodiando los sucesos y personajes del país .Como estas festividades correspondían al año 1991, a lo que más hubo referencia fue a la nueva constitución política de Colombia, inaugurada el 4 de Julio de ese año y a lo que más palo se le dio fue al artículo contenida en ella sobre la tutela.

Recorriendo la Plaza de abajo o de La Candelaria, entre el montón de gentes que atiborraban sus calles, se me apareció una figura de mujer muy conocida en mi vida, con ella había asistido por varios años a la Junta de Planeación de Cali, se llamabas María Elena Montoya, se distinguía en sus actuaciones en la junta por sus conocimientos a lo que se le agregaba la forma culta de sus expresiones, El Alcalde del momento tuvo el acierto de nombrarla para dirigir las Fiestas de su ciudad, razón de su presencia en Riosucio, ella iba acompañada de un señor, de modales cultos, frisaba por los setenta años por lo que su cabeza se presentaba entre calva y cana, de baja estatura, al hablar enseño la delicadeza de su personalidad. Ella me lo presento, el señor dio su nombre Enrique Grau Araujo.

Enrique Grau, el gran pintor interrogue?

María Elena, observando el silencio del Maestro, dijo sí y agrego, el vive en New York, pero conociendo lo importante y trascendental que son los carnavales, en el viaje a su país tomo la decisión de visitarlos para comprenderlos y realizar una obra sobre ellos, en donde el diablo y su entorno carnavalesco sea la esencia.

Con una familiaridad manifiesta invite a un trago que de inmediato me fue aceptada, en el café más próximo del parque de la Candelaria, escogimos una mesa que diera a la calle, pedimos por petición del grupo una botella de aguardiente de la tierra del buen sabor, estos fueron unos buenos tragos de los mucho que tuvimos la oportunidad de aprovechar durante los días de nuestra permanencia en Riosucio con motivo de las festividades diablescas.

Sentí un inmenso orgullo al estar con uno de los artistas más grandes del momento en Colombia, razón para que mis preguntas curiosas fueron respondidas todas y además aprovechando la sencillez del Maestro y el donaire de su acompañante. Cuando agotamos la bebida espiritosa, nos despedimos con la esperanza de volvernos a ver.

Enrique Grau Araujo de familia cartagenera, había nacido en Panamá en 1920. Recibió a los veinte años una Mención de Honor por su obra “Mulata cartagenera”, siendo todavía estudiante en el Primer Salón de artistas Colombianos 1940

El gobierno colombiano concedió entonces una beca al joven Grau para estudiar en Nueva York, en The Arts Student League, donde permaneció hasta 1943. A su regreso a Bogotá, Grau, junto con Obregón, Negret, Ramírez Villamizar, además de otro grupo de jóvenes artistas, comenzó a figurar activamente en los círculos artísticos, salones y primeras galerías comerciales. Un lugar que se caracterizó por su interés en exponer la obra de los jóvenes fue la Sociedad Colombiana de Arquitectos, donde en 1948 cada uno presentó su trabajo individualmente.

El sábado de carnaval, la ciudad estaba totalmente colmada de visitantes, ese día tuvo el arribo de muchos vecinos aprovechado el fin de semana. Me encontré con el pintor Grau y su familia que lo acompañaba de New York y Bogotá en el andén principal de la iglesia del parque de arriba o San Sebastián, y se constituía en una prolongación del atrio hasta, al otro extremo de la iglesia donde ha existido un pequeño bar con sus mesas y parasoles sobre el andén. Grau y sus acompañantes ocupaban una de las mesas, desde ese momento hice parte del grupo por generosa invitación.

Todas las gentes ese día utilizaban, el disfraz o mascaras del diablo, lo que hizo que el Maestro pidiera a sus acompañantes sus acuarelas que las habían llevado en el viaje e inicio a pintar mascaras de diablo a las muchachas que se lo solicitaban. Cantidades de mujeres y hombres generalmente jóvenes hicieron fila para recibir el tratamiento pictórico en sus caras realizadas por el pintor. Este alternaba la creación de mascaras diablunas, la conversación y el trago en una tarde de sábado inolvidable

El domingo último día del festejo, no volví a ver al Maestro y su familia, seguro que habían viajado llevándose una bella impresión del pueblo y habiendo contribuido con sus pinturas de diablo en las caras de los jóvenes que lo solicitaron a las fiestas del carnaval del diablo

El lunes siguiente me despedí de Riosucio, en donde había disfrutado de la compañía de tres pintores cada uno en su estilo.

Riosucio y sus fiestas se constituyen en un exorcismo espiritual, la figura del diablo cambia la mentalidad que uno pueda tener sobre este personaje y el carnaval en una fiesta de encantamiento que bien vale la pena conocer.